lunes, 9 de noviembre de 2015

Chile encarga cuños a Estados Unidos, 1866

Hoy comparto con ustedes un artículo publicado originalmente en inglés en numismaster.com, en el que se trata sobre la solicitud que hizo el gobierno chileno al estadounidense para la elaboración de cuños para las monedas de oro y plata en 1866. Dichas cuños serían los correspondientes al periodo en el cual se acuñaron los "pesos águila".
Las imágenes y el texto en cursiva no están presentes en el original, sino que fueron agregadas por mi.

Chile encarga cuños a Longacre en 1866

A finales de la década de 1730 había una creciente agitación en la colonia española de Chile por tener su propia casa de moneda. Un personaje rico y con conciencia cívica, Francisco García de Huidobro, se ofreció en 1741 para financiar el establecimiento de una casa de moneda en Santiago, si se le permitía quedarse con las ganancias. El rey Felipe V aceptó la propuesta en 1743. Después de varios años de preparación las primeras monedas -4 escudos de oro- fueron acuñadas el 10 de setiembre de 1749.

El gobierno español posteriormente decidió que no debería haber hecho el acuerdo original, y en 1770 hizo pasar la casa de moneda a propiedad de la corona, aunque reembolsando a García de Huidobro. La construcción de un nuevo edificio para la Casa comenzó en 1783, aunque no se terminó hasta dentro de algunos años. Durante las décadas siguientes, la Casa de Moneda de Santiago produjo un flujo constante monedas de oro y plata para la parte sur del continente.

Los trastornos que en Europa causaron las guerras napoleónicas a comienzos del siglo XIX presentaron a las clases altas en la América española la oportunidad de liberarse de España. Las revueltas comenzaron en varias partes alrededor de 1810, mientras España tenía la espalda contra la pared en Europa. 

En Chile las revueltas también empezaron en 1810, pero las represalias españolas contra la rebelión fueron rápidas y severas. A finales de 1816, los rebeldes se habían hecho con el control de casi todo lo que hoy en día es el norte del país, a excepción del área circundante a Santiago.

A principios de 1817, mientras el poderío español se derrumbaba ante la embestida rebelde, la Casa de Moneda de Santiago acuñó las últimas emisiones imperiales. Los líderes de la revolución se hicieron con el control de la Casa poco después y procedieron a acuñar sus propias monedas con diseños apropiados para la recién alcanzada independencia nacional.

Esta "libertad", sin embargo, fue ilusoria en un principio, porque el líder rebelde Bernardo O'Higgins al poco tiempo se convirtió en dictador y el pueblo chileno hubo simplemente cambiado un amo por otro. En 1823 O'Higgins fue forzado a abdicar y un gobierno civil y popular apareció en Chile por primera vez.

La Casa de Moneda de Santiago continuó acuñando monedas desde 1817, pero la población era relativamente pequeña y las emisiones no fueron demasiado masivas. En una primera instancia se acuñaron principalmente 8 Reales de plata y 8 Escudos de oro, y la falta de nuevos cuños significó que durante uno o dos años se siguieran usando cuños españoles para las denominaciones más bajas, durante el gobierno de O'Higgins.

Una de las curiosidades de las primeras emisiones en plata de 1817 fue la presencia de un volcán activo. Quizás esto se hizo queriendo simbolizar que la revuelta había recién triunfado, y las cenizas saliendo de la cima del volcán hacían referencia a los chilenos escapando del control español.

Al principio existía una variedad de diseños en las monedas chilenas, pero en junio de 1834 se adoptó un Escudo Nacional. Consistía de un montaje en el que aparecía un cóndor a la derecha y un huemul (una especie nativa de ciervo grande) a la izquierda, todo rodeando una estrella de cinco puntas. Cada animal lleva una corona naval, y sobre todo hay tres plumas. El escudo completo apareció por primera vez en 1835, en la moneda de 8 escudos, equivalente a 16 dólares norteamericanos de oro.

El escudo también apareció en las monedas de plata, pero en forma diferente. Aquí el cóndor aparecía separado de las otras partes y apareciendo en el anverso. El cóndor normalmente fue representado con su pie rompiendo las cadenas de la tiranía española, aunque sin duda habían algunos intelectuales que pensaban que se aplicaba a O'Higgins también.

Un tercer cambio mayor en el diseño de las monedas chilenas fue la figura de mujer representando la República. Su mano derecha descansa sobre la Constitución de 1833 y la sostiene a través de ese acto.

El Chile de la década de 1840 fue una nación en agitación debido a la aparición de movimientos separatistas que estuvieron a punto de derribar el gobierno en dos oportunidades. La nación pasó por trastornos económicos de manera regular durante esta época, siendo la principal razón problemas políticos.

Las dificultades de finales de los años 1840 pueden haber incitado un cambio en el sistema monetario. Por una serie de leyes aprobadas en enero y marzo de 1851 el antiguo sistema monetario español, usando los estándares del real y el escudo, fue dejado de lado en favor del sistema decimal, siendo ahora 100 centavos un peso, y el peso fue simplemente el nuevo nombre para los 8 reales. Monedas de oro y plata con el nuevo sistema aparecieron en 1851.

Aunque ahora habían nuevas denominaciones usadas por las personas, los antiguos apodos españoles para las moneas se siguieron usando. La moneda de 5 pesos de oro era llamada "doblón" (2 escudos), mientras que la de 2 pesos era llamada "escudo". No todos los nombres eran antiguos: la de 10 pesos se llamó "cóndor" después que el ave apareciera en la moneda; esto es bastante similar en los Estados Unidos, donde 10 dólares de oro eran llamados un "águila".

En la década de 1851 y principios de los 1860 el equipo de grabado de la Casa de Moneda de Santiago experimentó con varios diseños pero sin mucho éxito. Esto fue hecho en respuesta a la creciente insatisfacción pública y del gobierno con la calidad del trabajo de los cuños, considerados muy toscos por muchos.

En 1862, durante la Guerra Civil norteamericana, la gente de Estados Unidos comenzó de imprevisto a acumular todas las monedas de plata que pudieran encontrar. Por razones que no son muy claras, muchas de esas monedas, especialmente medios dólares, fueron enviados a Canadá, América Central e incluso tan al sur como Chile, donde fueron usadas en las transacciones comerciales cotidianas.

La presencia de los medios dólares norteamericanos provocó que los chilenos examinaran sus monedas para determinar si la Casa de Moneda de Santiago estaba produciendo un equivalente satisfactorio. Por 1865 los productos de la Casa fueron juzgados como inferiores a las monedas de Estados Unidos, y oficiales del gobierno decidieron  que se debían tomar cartas en el asunto para corregir la situación.




Monedas de 10 Pesos y 50 Centavos, con diseños considerados deficientes.



Las monedas de Estados Unidos fueron consideradas las de mejor calidad vistas hasta la fecha, y a comienzos de 1866 el Ministro de Hacienda en Santiago instruyó al encargado de relaciones exteriores, F. S. Astaburuaga en Washington para proponer a los americanos el que prepararan cuños mejorados. Astaburuaga se presentó en el Departamento de Estado de Estados Unidos y solicitó permiso para tratar directamente con el Tesorero, lo que le fue concedido a la brevedad.

Don Francisco Solano Astaburuaga (1817-1892)


A fines de febrero de 1866 Astaburuaga se reunió con el Secretario del Tesoro Hugh McCulloch y le explicó lo que sus superiores en Chile tenían en mente. McCulloch se mostró interesado en la propuesta y le dio una carta de presentación para que entrara en contacto con el Grabador Jefe de la Casa de Moneda de Filadelfia, James B. Longacre. El encargado de relaciones exteriores fue a ver a Longacre la primera semana de marzo.

Astaburuaga estuvo varias horas con Longacre, donde se discutieron varios temas. El primer tema de la negociación fue un examen minucioso del departamento de grabado, así como también del equipamiento usado para hacer los cuños. Al final de la entrevista los dos acordaron un precio tentativo por el trabajo, el que incluiría cuños y matrices para cinco monedas de plata y cuatro de oro, nueve denominaciones en total. Sin embargo, el grabador jefe dejó en claro que el la realización del trabajo dependía de la aprobación escrita del secretario McCulloch.

Longacre intuía que el permiso del Tesorero sería obtenido fácilmente, ya que Chile era una república hermana y en buenas relaciones con Estados Unidos. Sin embargo, a mediados de los 1850 hubo un incidente en el que Longacre había grabado cuños para el Departamento de Marina (la medalla Ingraham) y se le pagó 2200 dólares fuera de su salario regular. El tesorero tomó conocimiento del acuerdo, y forzó a Longacre a devolver todo el dinero, basándose en una extraña ley que hacía ilegales ese tipo de pagos.

James Barton Longacre (1794-1869)


Longacre y Astaburuaga hicieron la solicitud en conjunto, pensando que una solicitud cortés presentada por un gobierno amigo sería respondida rápidamente. La solicitud llegó hasta el secretario McCulloch, quien estuvo de acuerdo en un principio, pero pensó que debía consultar primero la opinión del director de la Casa de Moneda de Filadelfia, James Pollock, a manera de cortesía.

Resultó ser que Longacre no había informado a Pollock del acuerdo tentativo, aparentemente porque McCulloch ya había accedido informalmente a realizar el proyecto. Inesperadamente Pollock echó agua fría a la idea con la base de que Longacre no tenía derecho legal a usar lo que era propiedad de la Casa de Moneda para hacer un trabajo para un gobierno extranjero. El director sugirió entonces que se contratara otro grabador, que no tuviese conexión con la Casa.

El secretario McCulloch se sorprendió con la respuesta, ya que esperaba que a Pollock el proyecto le agradaría. Sin embargo, aceptó la sugerencia de Pullock sobre un grabador externo y le hizo saber a Astaburuaga de su decisión. Astaburuaga informó luego a su gobierno vía telégrafo y la respuesta fue que hiciera los mejores acuerdos posibles dadas las nuevas circunstancias.


Escribió entonces a Longacre para informarle sobre el edicto del Tesorero y la respuesta del gobierno chileno. El grabador jefe supo así de la oposición de Pollock al acuerdo y no estuvo muy contento con lo sucedido. Longacre respondió dejando en claro que Pollock no estaba calificado para ser superintendente en lo concerniente al trabajo de cuños, ya que como director no tenía el conocimiento técnico para emitir juicios sobre esas materias.


Bajo las nuevas circunstancias Longacre notificó a Astaburuaga que sería necesario contratar un grabador externo que haría el trabajo bajo cuidadosa supervisión. De acuerdo al grabador jefe, había un solo grabador privado en los Estados Unidos capaz de realizar ese tipo de trabajos, pero que estaba ocupado en otro proyecto en el momento.

El acuerdo original de marzo de 1866 sobre los costos no se ha encontrado, pero uno nuevo de junio de 1866 trataba sobre un pago de $10.000 (dólares estadounidenses) por nueve juegos de cuños y matrices. (Habían cuatro monedas de oro - 10 pesos, 5 pesos, 2 pesos y 1 peso - y cinco monedas de plata - 1 peso, 50 centavos, 20 centavos, 10 centavos y 5 centavos.) De esta suma, $1.000 se destinarían a pagar por los dibujos detallados necesarios, lo que implica que se cobraría $1.000 por cada juego de cuños y matrices.

Longacre solicitó se le diera cierta libertad al momento de interpretar los dibujos, si era necesario. A veces, por ejemplo, una moneda no se acuña bien si el relieve es muy alto en lados opuestos de la moneda. El grabador jefe también estipuló que el trabajo, aunque hecho fuera de la Casa de Moneda de Filadelfia, sería de la misma alta calidad del que se hacía dentro de ella.

En este momento Longacre notifica a Astaburuaga que el grabador tentativo sería Anthony C. Paquet, anteriormente un grabador asistente de esa ceca. Paquet preparó cuños para varios países latinoamericanos, incluyendo Perú en 1863 y Bolivia en años posteriores. Él también fue responsable por los cuños de varias destacadas medallas hechas para el gobierno de Estados Unidos. Astaburuaga aceptó los nuevos términos y un contrato formal fue firmado a fines de agosto de 1866. Longacre mantuvo deliberadamente fuera del asunto a Pollock.

Por una extraña circunstancia, la oposición de Pollock se disolvió inesperadamente en setiembre de 1866 cuando escribió una carta al presidente Andrew Johnson, denunciando la política presidencial de reconstrucción del derrotado Sur. Pollock la consideraba demasiado indulgente, por lo que renunció a su cargo en forma de protesta. El sucesor de Pollock, William Millward, tenía una mentalidad diferente y dejó a Longacre seguir sus propios planes.

El siguiente paso para Longacre y Paquet fue firmar un contrato (3 de setiembre) detallando el trabajo que se requería hacer. Paquet ganaría $500 por cada juego de cuños y matrices, y Longacre la otra mitad, por lo que es poco probable que Paquet haya visto el contrato de agosto en el que se acordaba un precio de $1.000 por el mismo trabajo. Paquet se arregló para conseguir los dibujos detallados, y presumiblemente se le pagó en la misma proporción.

Por su parte Astaburuaga le dio a Longacre una descripción detallada en Inglés de los diseños, así como muestras de monedas acuñadas en los últimos años. Esos objetos le fueron entregados a Paquet para que los usara.

Como Paquet estaba ocupado con otro trabajo, no comenzó a trabajar en los cuños chilenos hasta dentro de varias semanas, probablemente a mediados de Noviembre. Los primeros cuños en ser hechos fueron los de 50 centavos (medio peso). Las instrucciones para esos cuños incluían darle robustez a la roca sobre la cual se para el cóndor, así como mejorar las plumas del pecho. También hubo un cambio en el número de estrellas, ya que se reconoció una provincia adicional.


Detalle mostrando el cambio en el número de estrellas, pasando de 14 a 15.



Hacia fines de enero de 1867, el trabajo necesario para los 50 y 20 centavos había terminado. Los cuños fueron entonces hechos (probablemente en la Casa de Moneda de Filadelfia, ya que Pollock ya no podía interferir) y se acuñaron pruebas en cobre para ser enviadas a Santiago. Fueron mostradas al presidente José Joaquín Pérez, quien las aprobó a la brevedad, como también lo hicieron todos quienes las examinaron.


Prueba en cobre de 50 Centavos de 1867.



Durante las semanas siguientes, Paquet terminó el trabajo necesario para todas las denominaciones y Longacre se encargó que se hicieran los cuños y las pruebas de cobre. (Las muestras se enviaron a Washington y después de enero de 1867 Longacre trató con el nuevo Encargado de Relaciones Exteriores, Alberto Blest Gana.)

Un dificultad fue que la figura de la República, que se mostraba con una mano sobre la Constitución. Longacre notó que la "actitud" de la figura era buena, pero que necesitaba mejoras, que fueron realizadas para la satisfacción de Blest Gana. En particular, se había estipulado que la palabra CONSTITUCION debía ser legible por el público incluso cuando la moneda estuviera gastada por el uso.


La estrategia usada para evitar el desgaste de las letras fue hacerlas en bajorrelieve, como se aprecia en la imagen.


En junio de 1867, Longacre pudo notificar a la legación que todo había sido completado. En adición a los nueve juegos de cuños y matrices (36 piezas en total), habían 201 punzones de letras y números destinados para los cuños. Incluso el monograma de la marca de ceca de Santiago fue preparado por Paquet. El lote completo fue enviado a la legación a principios de julio de 1867 para su despacho a Santiago.

Cuando los cños y matrices fueron recibidos en la Casa de Moneda de Santigo, la acuñación comenzó casi inmediatamente, y fue expandida para incluir todas las denominaciones a medida que el tiempo lo permitía y según la demanda del público. Las matrices de Paquet se usaron hasta que fueron reemplazadas por nuevos diseños en la década de 1890.

Existe un número de coleccionistas que se especializa en monedas acuñadas en las casas de moneda de Estados Unidos para otros países. Uno podría pensar que las monedas hechas con los cuños de Paquet/Longacre podrían ser consideradas en dichas colecciones.


Imágenes:
-F. S. Astaburuaga: Diccionario Geográfico de la República de Chile (wikisource.org)
-J. B. Longacre: James B. Longacre, Wikipedia the free encyclopedia. (wikipedia.org)
-10 Pesos 1866: Heritage Auctions, Subasta 3024, lote 26420.
-50 Centavos 1864: Heritage Auctions, Subasta 410, lote 16552.
-Medio Décimo 1868: Heritage Auctions, Subasta 3015, lote 23853.
-50 Centavos 1867, cobre: Heritage Auctions, Subasta 3032, lote 24381.
-5 Pesos 1867: Heritage Auctions, Subasta 3006, lote 20514.

4 comentarios:

  1. Hola necesito saber donde se acuño la moneda chilena medio decimo de 1892 y cuales son sus componentes. ...estaré atenta a sus comentarios

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    1. Hola, esa moneda fue acuñada en la Casa de Moneda de Chile, ubicada en Santiago, y se compone de 50% de plata y 50% de cobre

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  2. Hola consulta tengo en mi poder una moneda de 1892 y quisiera saber si está tiene algún valor al venderse a algún coleccionista

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  3. Tengo una moneda de oro de 10 pesos de 1866 cuanto vale hoy, gracias mi correo es cgonzalezm64@hotmail.com

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